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St. Vincent de Paul (SVP) es la mayor organización benéfica de Irlanda. Más de 11.500 voluntarios y 600 empleados en todo el país trabajan para crear una nación más justa y solidaria. Entre sus servicios ofrecen apoyo práctico a las personas que se encuentran en situación de pobreza y sufren exclusión social.
Nuestra relación con SVP se remonta a 2020, cuando la organización contactó a Keeping Children Safe (KCS) para realizar una auditoría de protección infantil organizacional en sus 27 servicios infantiles. Entre ellos clubes de deberes, clubes juveniles y centros de desayunos. Cada uno de estos servicios atendía entre 5 y 120 nños, contando con entre 0 y 26 miembros de personal y 1 y 160 voluntarios.
En 2020, el objetivo de la auditoría era que SVP obtuviera la certificación de nivel 1 de KCS, que lograron con éxito.
Un par de años después, SVP se fijó como objetivo la certificación de nivel 2, que requiere una revisión más exhaustiva. El nivel 2 garantiza que una organización no solo cuenta con una política y procedimientos, sino que los está aplicando. Implica una revisión de los documentos pertinentes, entrevistas con miembros del personal, la dirección y los fideicomisarios, así como visitas a los establecimientos.
Durante un período de tres semanas los auditores de KCS realizaron múltiples visitas a los centros de SVP en la República de Irlanda y en Irlanda del Norte. A principios de 2024 la organización obtuvo la Certificación de Nivel 2.
Después de visitar oficinas, centros de visitas a prisioneros, clubes juveniles, centros de recursos y centros de cuidado infantil, de entrevistar 65 personas —entre ellas miembros de la junta directiva, personal, voluntarios y padres— y de revisar más de 200 documentos de la organización, el equipo de KCS notó un compromiso destacable del personal y los voluntarios con la protección infantil organizacional.
Durante las entrevistas con padres y niños, quedó claro que cada centro tenía un punto de protección designado. Fue reconfortante ver las carteleras con anuncios sobre protección infantil organizacional en lugares destacados de los edificios, lo que garantiza que niños, niñas y adolescentes de todas las edades y con diferentes necesidades pudan entender esta información tan valiosa.
Nuestros auditores también fueron gratamente sorprendidos por el personal del Centro Castleisland y su dedicación por proteger a los adolescentes LGBTIQ+ de cualquier daño. El centro incluso mostró una bandera arcoíris en el edificio para reforzar su apoyo.
Durante el proceso de certificación, SVP Irlanda notó la importancia de extender las medidas de protección infantil organizacional a otros servicios que también interactúan con niños, niñas y adolescentes, como sus tiendas. También reflexionaron sobre la importancia de garantizar que los directivos tengan información sobre protección infantil organizacional, para que puedan determinar responsabilidades de forma adecuada.
SVP continúa trabajando en su misión de apoyar a niños, niñas y adolescentes en toda Irlanda y su compromiso con la protección infantil organizaional merece nuestro reconocimiento. La organización representa un gran ejemplo de cómo se debe trabajar cuando el foco está en el bienestar de niños, niñas y adolescentes.